TIJERA, HILO Y AGUJA

Todos los años, en todos los locales del APRA, hacían actividades con la finalidad de hacer la tradicional “Chocolatada de la Navidad del Niño del Pueblo”. Además de entregar juguetes y ropa, en aquellas fechas en la “Casa del Pueblo”, se formaban largas filas de niños y el “Jefe” observaba el reparto.

La compañera América Capuñay, militante por más de 70 años, se encontraba ayudando en la repartición de los miles de juguetes, cuando una niña al recibir un vestido, después de probárselo, reclamó diciendo: “Me queda muy grande”.

El “Jefe” al percatarse de este hecho, se acercó a la niña y le dijo tiernamente: “Eso se arregla con tijera, hilo y aguja”.

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